Buscamos una relación de ayuda donde nuestro apoyo es “más horizontal” y la persona tiene un papel central y activo.
La principal característica de este modelo reside en que se orienta hacia la persona: reconoce el papel central de la persona tiene dentro de la intervención, proponiendo estrategias para que sea ella misma quién ejerza el control sobre los asuntos que le afectan.
Está inspirado en la psicología humanista de Carl Rogers, en la que la concepción del ser humano parte de su existencia en un contexto humano, con capacidad de elección e intencionalidad.
Se asume varios preceptos:
- el interés en centrarse en la persona y el significado que ésta da a su experiencia.
- la dignidad de la persona como valor central.
- la atención a características como la capacidad de decidir, la creatividad o la necesidad de autorrealización.
- el interés por el desarrollo pleno del potencial de cada persona.
- la idea de la persona tanto como un ser individualizado como en interdependencia con otros.
Las principales aportaciones de este modelo:
- sitúan su foco en las capacidades y habilidades de la persona;
- su intervención es integral (abarcando las esferas de la vida cotidiana de la persona);
- las decisiones son compartidas. el principal interlocutor (salvo en los casos de deterioro cognitivo importante) son las propias personas. los profesionales consultan a las personas si desean y aceptan la colaboración de sus familias en el plan de atención;
- se considera al usuario dentro de su comunidad y su entorno habitual, intentando cuando sea posible y si es la voluntad de la persona, no separarle de su entorno;
- facilita el descubrimiento de experiencias y potencialidades comunes, estimulando nuevas relaciones sociales;
- esboza un estilo de vida deseable;
- busca la mayor calidad de vida posible para la persona. la seguridad y el bienestar físico se equilibran con el bienestar emocional y las preferencias de las personas;
- respuesta a las necesidades basándose en las responsabilidades compartidas y en el compromiso personal de los implicados;
- los servicios se adaptan y responden a las personas. los recursos pueden ser distribuidos para servir a los intereses de la gente;
- utilizan un lenguaje familiar y claro, adaptado a la persona.
¿a qué nos compromete este modelo? a llevar adelante algunas apuestas que, en ocasiones, exigen cambios:
profesionales con un rol diferente: desempeñamos nuevos cometidos más relacionados con la escucha y observación, el acompañamiento, la motivación, la búsqueda de oportunidades y apoyos, desde la aceptación incondicional de la persona y la empatía. somos capaces de dar poder real a las personas sobre su vida cotidiana. incluso a personas con una grave afectación cognitiva o emocional, interpretando sus expresiones, identificando lo que les provoca bienestar o malestar y permitiendo la continuidad de su modo de vida y de sus valores.
Buscamos una relación de ayuda donde nuestro apoyo es “más horizontal” y la persona tiene un papel central y activo.
Debemos conocer la realidad actual de la persona y cómo ha sido su vida anterior (biografía, los gustos y estilo de vida). Intentar llegar a lo “importante» para cada persona.
El profesional de referencia es una figura especialmente valiosa para este modelo. Garantiza que hay alguien que se encarga de coordinar la atención, dar seguridad y estar atentos a las necesidades y cambios de la persona;
- un ambiente físico agradable, accesible y significativo: de modo que aquellos que puedan, se desenvuelvan de la forma más autónoma e independiente posible y contribuya a un clima amable, alegre, estimulante.
- actividades terapéuticas con sentido: que resulten significativas para las personas. Sin abandonar los objetivos terapéuticos, adaptar algunas intervenciones, desde la individualizacion y dar paso a nuevas alternativas. Actividades y aficiones que siempre les haya gustado. Probar actividades nuevas y disfrutar de oportunidades diferentes, conocer nuevas personas.
- participación de la persona y, en su caso, la familia o personas allegadas, en su plan de atención y vida: para lograrla, identificamos oportunidades de elegir y permitimos y promovemos que las personas tomen decisiones en cada momento del día.
El “plan personalizado de atención” es un instrumento no sólo de cuidados básicos, sino de apoyo a los proyectos de vida. La constitución de grupos de apoyo (profesionales, persona usuaria y algún familiar o amistad) es una estrategia de gran valor para elaborar intervenciones consensuadas.
Bibliografía:
- BLOG “TRABAJO SOCIAL WORL».
- MODELO CENTRADO EN LA PERSONA. CUADERNOS PRÁCTICOS. MATIA FUNDAZIOA.