Últimamente recibimos muchas consultas de papás y mamás preocupados por el sueño de sus hijos/as porque bien les cuesta irse a dormir, se levantan varias veces a lo largo de la noche, se despiertan más temprano de lo habitual…
¿Qué cosas pueden estar alterando el sueño?
El hecho de estar encerrado en casa sin poder salir a dar un paseo, ver a sus amigos y poder compartir sus intereses y preocupaciones, el cese de actividad deportiva e intelectual que les mantiene motivados y regulados, las posibles tensiones producidas por permanecer mucho tiempo sólo con adultos, etc. son sólo algunos de los factores que pueden estar influyendo en la calidad del sueño de nuestros pequeños.
Todo ello altera nuestra rutina y conlleva a emociones, sentimientos y pensamientos que si no se atienden pueden producirnos malestar.
¿Cómo actuamos ante esta situación?
El sueño conlleva varias fases a través de las cuáles nuestro cerebro descansa y mejora la consolidación de los aprendizajes hechos durante el día.
Cuando nos enfrentamos ante una alteración del sueño podemos encontrarnos ante situaciones que afectan a la cantidad, calidad y horario del sueño. Algunas de las situaciones a las que podemos enfrentarnos son las dificultades para conciliarlo, para mantenerlo sin que se interrumpa durante la noche ni tampoco durante al menos las horas suficientes para lograr un descanso.
Además de esta forma de alteración del sueño, en ocasiones, también se puede ver alterada la forma en la que soñamos apareciendo: pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, somniloquio, bruxismo, etc.
Generalmente, este tipo de alteraciones se deben a causas relacionadas con hábitos erróneos, ansiedad y miedos, llamadas de atención, … y su duración no suele ser superior a la de un mes, pero aun así produce un gran malestar en quien lo sufre.
Aplicar la relajación durante el día, la escucha activa y comunicación con nuestro hijo, el juego en familia, el logro de rutinas positivas antes de ir a la cama puede ayudar a restablecer el sueño reparador. En los casos más graves también se han estudiado terapias específicas para ello que tiene que ser llevadas a cabo por un profesional especializado.
A continuación, os dejamos algunas pautas básicas para la higiene del sueño:
- Tratar de levantarse siempre a la misma hora.
- Acostar al niño a una hora acorde a su edad.
- No realizar actividades excitantes en las dos horas previas a la hora de acostarse; ni tampoco durante el día en las zonas reservadas para el sueño (p.e: jugar a la Tablet en la cama)
- A la hora de dormir, mantener unas condiciones ambientales optimas en la habitación: buena temperatura, luz tenue, evitar ruidos…
- Seguir algunas rutinas: un baño con agua caliente relaja la musculatura y el nivel de excitación del niño, respetar la hora del cuento, disminuir la cantidad de líquidos en las horas previas a acostarse para evitar que se despierten por la noche para ir al baño, evitar la Tablet o el móvil para conciliar el sueño…
Además, os dejamos las pautas que el pasado 10 de marzo se comunicaron desde el Colegio Oficial de Psicólogos para el afrontamiento eficaz del malestar psicológico que se puede desencadenar tras el confinamiento.
Si sientes que tu calidad del sueño se ha visto alterada y necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto profesional.
José Félix Mozo
Psicólogo General Sanitario,
Especializado en Rehabilitación Neurológica