Cuando hablamos de sillas de ruedas, todos tenemos una idea rápida y sencilla que nos viene a la cabeza. Sin embargo, si hablamos de sistemas de posicionamiento la cosa cambia. Resulta mucho más difícil hacernos a la idea de lo que es, sin saber que estamos hablando de cosas casi inseparables.
Como idea básica, el sistema de posicionamiento es a la silla de ruedas, lo que una silla infantil al asiento del coche: el niño va igualmente sentado, pero la sujeción, comodidad y control del cuerpo es mucho mayor en su correspondiente «sillita».
Exactamente lo mismo sucede en una persona usuaria de silla de ruedas, la cual únicamente tiene dos funciones: la primera, ser el instrumento que permite a la persona desplazarse de un sitio a otro y la segunda, ser el soporte sobre el cual instalaremos el sistema de posicionamiento, que además siempre debe ser personalizado para cada caso.
¿Quiere esto decir que todas las personas en silla de ruedas necesitan un sistema de posicionamiento? La respuesta es no, sólo debemos pensar en él cuando el usuario de la silla no puede controlar la postura de su cuerpo por sí mismo, por ejemplo, en personas afectadas por daño cerebral u otras lesiones del sistema nervioso central. Por eso en muchos otros casos, la silla de ruedas sólo tiene la primera de las funciones que hemos dicho anteriormente.
El objetivo del sistema de posicionamiento es encontrar una posición en la silla de ruedas que permita al individuo sacar el máximo partido posible a su interacción con el entorno y sus capacidades cognitivas, para participar de la forma más activa posible en su día a día y potenciar así su autonomía.
Para ello, es imprescindible encontrar la postura más simétrica que podamos en la silla, es decir, que ambos lados del cuerpo (derecho e izquierdo) estén lo más igualados posible respecto del eje central. Una forma efectiva de conseguirlo, es dar estabilidad a las estructuras proximales del cuerpo (las que están más cercanas al mencionado eje central: cintura pélvica y cintura escapular) para aumentar la libertad de movimiento a nivel distal (extremidades). La suma de todo esto, nos ayudará a que el tono de los principales grupos musculares se normalice, y estén así preparados para la acción.
Además, hay que destacar la importancia que tiene a nivel preventivo la correcta postura en sedestación, la cual es clave para reducir las posibles deformidades y alteraciones estructurales (músculo-esqueléticas) derivadas de permanecer en la misma postura durante periodos de tiempo prolongados. Especial mención merece la protección de la estructura más superficial, la piel, la cual con frecuencia pierde su integridad cuando el individuo no tiene bien distribuido el peso de su cuerpo sobre la silla, dando lugar a las conocidas úlceras por presión, con terribles consecuencias.
Pero la postura no sólo es importante para avanzar en la rehabilitación o prevenir problemas, sino que interfiere de manera notable en capacidades orgánicas básicas tales como la respiración, la deglución o la digestión.
Como hemos dicho, el sistema de posicionamiento es único para cada usuario, por lo que son importantes algunos aspectos para encontrar el ideal a cada persona. Las características biomecánicas del individuo juegan un papel importante, por ejemplo, medir su longitud del fémur y ancho de caderas para saber la profundidad y anchura del asiento, o la longitud de la tibia para colocar el reposapiés a la altura adecuada. También importante es conocer el estilo de vida de la persona: si va a moverse con la silla en interiores y exteriores, si la propulsa él mismo o no, qué actividades va a realizar sentado en ella, etc. Y por último, debemos tener en cuenta el afectación y el tiempo que se prevé que la persona va a pasar sentada en la silla, para valorar si debe primar la postura o la comodidad para el sujeto y la familia.
Atendiendo a todas estas necesidades, encontramos en el mercado distintos tipos de sillas de ruedas. En primer lugar las activas, que cuenta con la mayor maniobrabilidad posible y dotan a la persona de gran libertad e independencia en los desplazamientos gracias a sus dimensiones reducidas. Y por otro lado las manuales, que pueden ser:
- Autopropulsadas por el usuario con 2 aros (uno en cada rueda para usar ambas manos o los dos aros en una misma rueda para manejar con una única mano) o en lugar de aros, una palanca propulsora para usar también con un solo brazo.
- Eléctricas, más pesadas y voluminosas que las anteriores que simplemente se manejan con un joystick.
Una vez explicados los beneficios y la necesidad del sistema de posicionamiento, sólo nos falta concretar en qué consiste exactamente. La respuesta es fácil: en todos aquellos elementos que añadimos a la silla para colocar adecuadamente tantas partes corporales como necesite el paciente. Generalmente, están formados por:
- COJÍN: estable, ergonómico y bien fijado al asiento, con una generosa superficie de apoyo donde las presiones estén bien distribuidas y elaborado en materiales especiales, pensados para prevenir úlceras.
- RESPALDO: uniforme y confortable, que recoja y estabilice adecuadamente la zona lumbar y escapular, alineando el tronco y manteniéndolo erguido. Generalmente se adaptan al respaldo que trae la silla de ruedas o se sustituye el de fábrica por el que se adapta a nuestro paciente.
- REPOSAPIÉS y REPOSABRAZOS: simétricos y estables, que alineen tanto miembros inferiores como superiores y mantengan sus correspondientes articulaciones (tobillos, rodillas, caderas, hombros, codos y muñecas) en las angulaciones adecuadas. También se pueden sustituir los de fábrica por los que necesitemos.
- OTROS ELEMENTOS: que estabilicen las partes corporales restantes, como cabeceros o sujeciones laterales de tronco.
Dentro de estos elementos, la posibilidades que brinda el mercado son infinitas. Por ello es importante un adecuado asesoramiento por parte de personal cualificado. No sólo para dar con la silla y el sistema de posicionamiento ideal, sino para enseñar y entrenar su manejo de forma autónoma.
Y hasta aquí esta pequeña incursión por el mundo de los sistemas de posicionamiento, si lo necesitas IRNeuro te espera para ayudarte a encontrar el tuyo, para que sigas, bien posicionado, tu camino.