En muchas ocasiones, tras sufrir un daño cerebral adquirido, se pueden producir alteraciones sensoriomotoras (equilibrio y marcha), así como de funciones cognitivas. Este hecho puede dar lugar a caídas, sobre todo en lugares conocidos como puede ser el hogar.
Ante estas situaciones se vive un momento de pánico y, en ocasiones, puedes dudar sobre cuál es la mejor manera de levantar a tu familiar sin que exista riesgo ni daño físico por ambas partes.
Por ello, os ofrecemos una manera segura de levantar a tu familiar tras la caída.
Siempre que veas que tu familiar puede colaborar, debes valorar su ayuda y guiar sus pasos de una forma tranquila y relajada. Es muy normal que a veces, en el afán de ponerse en pie de forma rápida, se cometan errores en la planificación de sus movimientos. En el caso de que no pueda colaborar en nada o que sus traslados sean asistidos con grúa, contactad inmediatamente con los servicios de atención sanitaria.
Imagina que tu familiar ya se ha caído, la primera recomendación es que mantengas la calma y le traspases esta sensación de control a la persona que está en el suelo. Siempre que vayas a realizar un movimiento es importante avisarle con suficiente antelación, y aclararle las dudas que surjan antes de iniciarlo. Asimismo, debes valorar si hay heridas graves que requieran la actuación sanitaria de urgencias.
Una vez compruebas que tu familiar no tiene heridas graves, le ayudas a colocarse tumbado boca arriba. Si ha caído boca abajo rodarás sobre el lado de su cuerpo menos afectado. Después le colocas de lado, para ello debes doblar sus rodillas y ayudarle a colocarse sobre el lado menos afecto. Debes tener muy en cuenta los dolores y las extremidades más dañadas para que queden en buena posición sin tirar de ellas, movilizándolas con suavidad.
Desde esta posición le ayudarás a colocarse de rodillas. Para ello, sitúa una silla enfrente (o una mesa baja, sofá, o cualquier mueble que quede a la altura de los brazos cuando esté de rodillas) para que pueda apoyarse. Hay que realizar un movimiento muy sincronizado en el que tu familiar tiene que ayudarse de su hemicuerpo menos afecto para lograr quedarse de rodillas frente a la silla, podéis asistir este movimiento desde las caderas.
Los brazos de tu familiar continuarán apoyados sobre la superficie estable (la silla). Si tiene hemiplejia, el brazo que hará la fuerza para el siguiente paso será el menos afecto y cuidaremos la posición y el manejo del otro brazo. Le pedirás a tu familiar que adelante la pierna que sienta como la “más fuerte” o “menos afectada” para que quede con el pie apoyado, mientras que la otra queda atrasada. Esta postura es conocida como la posición de caballero.
Os recomendamos practicar la puesta en pie con el equipo terapéutico lo antes posibles, para aclarar posibles dudas y para que el profesional pueda hacer las adaptaciones necesarias para vuestro familiar.