Hablar sobre inclusión laboral específica de personas con daño cerebral adquirido, supone un reto para todos los agentes que se ven involucrados en dicho proceso. Tradicionalmente, se ha trabajado la inclusión laboral de personas con discapacidad, incluyendo dentro de este colectivo a todas las personas que, debido a su necesidad de apoyo y/o a otras necesidades especiales, no accedían a un puesto de trabajo de manera estandarizada.
Cuando una persona sufre un daño cerebral puede adquirir una discapacidad como consecuencia (física, sensorial, psíquica o mental). En un primer momento de recuperación, la necesidad de una neurorrehabilitación y de una adaptación a la nueva situación, conlleva la interrupción del desarrollo normalizado de su vida diaria y puede suponer un paréntesis en el crecimiento y realización personal en los diferentes contextos (familia, trabajo, formación, círculo social…etc.) La gran incógnita aparece, cuando estas personas plantean su reincorporación a la actividad laboral, ya que no hay referencias de haber estudiado sus necesidades de manera concreta y representativa hacia todo el colectivo.
Es real que existe una falta de conocimiento y sensibilización social sobre el DCA, que dificulta la visibilidad de las personas que lo sufren y su normalización social en todos los aspectos.
En lo que al contexto laboral de personas con daño cerebral adquirido se refiere; FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral), tras seis años de trabajo en un Proyecto de autonomía para personas con DCA, en el que se contemplaban los posibles itinerarios de inserción al alta médica; junto con la colaboración de la Fundación ONCE, tras publicar el estudio realizado en 2016 por medio del Fondo Social Europeo sobre “Daño Cerebral e Inserción Laboral”; comienzan en 2017 a dar pasos profesionales y específicos sobre los que fundamentan un Proyecto Piloto de Orientación e Intermediación Laboral dirigido a Personas con DCA, que contempla concretamente las realidades y las necesidades manifestadas por estas personas, con quienes trabajan para su “re-inclusión” en el mundo profesional según su nivel de empleabilidad.
Con este proyecto se quiere generar Grupos alejados de los paternalismos y las falsas expectativas, en los que se cree una identidad y un sentimiento de pertenencia que permitan promover una mayor sensibilización y representación del daño cerebral dentro del mundo laboral. Por ello, se tienen en cuenta las capacidades concretas de las personas y se plantea una intervención holística que incluye formaciones, apoyo y seguimiento durante los procesos de “re-inclusión” a las personas destinatarias, e información y soporte a las Empresas.
Para poder caminar de la mano, de tal forma que los objetivos de ambas Entidades sean complementarios; IRNeuro desde febrero pasado acuerda con FEDACE su implicación directa en dicho proyecto, en beneficio de las personas usuarias de sus servicios que puedan estar interesadas en participar. La profesionalización de la intervención en este sentido es esencial para poder comenzar a hablar de una inserción laboral específica de las personas con daño cerebral adquirido, generando así, las primeras referencias de trabajo.
La creación de sinergias entre instituciones y entidades supone un reforzamiento de la red de recursos y apoyos que atienden al colectivo; fortaleciéndolo, visibilizándolo y normalizando su desarrollo dentro de la sociedad actual.